Carlos Maldonado (Demócratas): “El texto tiene muchos aspectos positivos, si esperamos tener uno perfecto para cada chileno, nunca tendremos una nueva Constitución”
El secretario general de la colectividad, encabezada por la senadora Ximena Rincón, asegura que “nadie está pensando en una constitución escrita en piedra; pero nos brindará una buena base para recuperar la estabilidad que Chile tanto necesita”.
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Defiende firmemente la decisión del Partido Demócrata, en el que ocupa el cargo de secretario general. Atrás quedaron los días en que el abogado Carlos Maldonado dirigía el Partido Radical y mucho más lejos aún, cuando integraba el gabinete del primer gobierno de Michelle Bachelet, como subsecretario de la Segegob y ministro de Justicia.
Por estos días, Maldonado está abocado a defender la postura de su partido y a trabajar para hacerla realidad. Y aprovecha esta entrevista para responderle al presidente Gabriel Boric.
“Somos un partido amplio que busca interpretar la sensatez que la ciudadanía espera de los políticos y combinar las distintas fórmulas que den resultado en materia de políticas públicas”.
- ¿Qué elementos permiten que su partido se incline a votar “a favor”?
- Varias consideraciones, pero hay tres fundamentales: La primera, una cuestión esencial cuando uno está frente a una decisión de este tipo, el texto es mejor que la Constitución vigente, claramente; y esa es la gran pregunta que debe hacerse Chile y que debiera responder el 17 de diciembre. Nosotros tenemos la convicción de que es mejor, no perfecta, todo es perfectible y hay algunas normas que nos preocupan, como algunas sobre el derecho a la vida y sobre el interés superior de los niños, que buscaremos modificar si el texto aprobado. Pero en la mayor parte de su contenido es un buen texto, que contiene modernizaciones importantes para Chile. Cuestiones que nosotros estábamos planteando hace muchos años.
- ¿Cómo cuáles?
- Como el Estado social y democrático de derecho, el sistema universal de salud, la plena igualdad de derechos de las mujeres, la modernización del Estado, el imprescindible mejoramiento del sistema político.
- En materia de Estado social y democrático de derecho, uno de los argumentos que dan quienes ya están llamando a votar en contra es que, si bien está expresado en la Constitución, el texto en general no permite que se aplique.
- Es que ellos confunden Estado social y democrático de derecho con estatismo, con que todo sea público y no tiene nada que ver una cosa o la otra. El Estado, como expresión de la sociedad organizada y como autoridad política representada por el gobierno, tiene la obligación de impulsar, de remover obstáculos, de hacer realidad las garantías y derechos consagrados en la Constitución. Lo que pasa es que el texto establece que eso se puede y debe hacer a través de prestadores públicos y privados, lo cual es totalmente legítimo, y todos los economistas coinciden en que los sistemas mixtos entregan mejores resultados. Lo que pasa es que la izquierda en Chile hace mucho tiempo tiene el problema de que prima la ideología sobre la evaluación realista de cuáles son las fórmulas que realmente funcionan para Chile.
- Sin embargo, no es sólo la izquierda la que aparentemente se va a alinear con votar “en contra”; aunque la Democracia Cristiana (DC) toma su decisión la próxima semana, muchos representantes ya se han mostrado partidarios de votar “en contra”, por una serie de razones, entre ellas estiman que es una propuesta partisana. ¿Ustedes no sienten que esta vez la derecha impuso su mayoría?
- No se cometió y no se podía cometer. En eso están equivocados los personeros de la DC que han hecho esas apreciaciones, partido que, por lo demás, se fue a la izquierda hace tiempo y así también ha ido disminuyendo su gravitación política. También está equivocado el presidente Boric, que dijo que este texto evitaba ser de consenso y lo está por una cuestión estrictamente cierta: la columna vertebral de este texto son los 12 bordes fijados de manera transversal por el Congreso Nacional. El consejo no tuvo autonomía, como la convención anterior, para hacer lo que quisiera. Independientemente de la composición política del consejo, la columna vertebral estaba definida de antemano por el Congreso Nacional, por un amplio acuerdo transversal. Así es que el texto es transversal. Está equivocado el presidente Boric y quienes dicen que es un texto partisano, más allá de que tenga algunos sellos y contenidos que son propios de la mayoría que hubo en el consejo, pero lo medular es transversal.
- Usted dijo que tiene aspectos que les preocupan y que se van a modificar posteriormente a que sea aprobada esta propuesta constitucional; sin embargo, también es un elemento que la diferencia de la actual, en el sentido de que es mucho más complejo modificar la propuesta que la actual Constitución.
- El senador Walker y la senadora Rincón fueron los promotores de esta iniciativa que permitió bajar los quórums para reformar la actual Constitución. Pero son situaciones que no son comparables. A nivel mundial, el quórum de 3/5 es el estándar para las reformas e incluso en la mayoría de los países son más altos, piden 2/3 para modificarse. Una Constitución tiene que ser estable en el tiempo. Lo de los 4/7 tenía que ver con el descrédito y la estigmatización y la objeción que había sobre el origen y contenidos de la Constitución que nos rige actualmente. Pero un texto que se apruebe porque se gesta democráticamente a partir de los 12 bordes del Congreso, a partir del trabajo del consejo y, esperamos, a través de la aprobación de la ciudadanía en diciembre, tiene que ser un texto estable y los 3/5 es una norma muy razonable.
“Somos un partido de centro”
- ¿Esperan que esta constitución dure al menos un par de décadas?
- La experiencia en Chile muestra que las constituciones han durado 50 o 40 años o más, como la Constitución del ’33; pero, por cierto que es perfectible y hay normas que no compartimos plenamente o que nos preocupan o que derechamente creemos que deben modificarse. Y trabajaremos para mejorar el texto, una vez aprobado por la ciudadanía, si eso ocurriera en diciembre. Pero cuando uno toma una decisión tiene que mirar el texto global y el texto globalmente tiene muchos más aspectos positivos que negativos, si esperamos tener el texto perfecto para cada chileno, no vamos a tener nunca una nueva Constitución, porque siempre va a haber alguna cosa que a alguien no le guste.
- ¿Le preocupa lo que dicen algunos académicos y expertos de que este texto no va a cerrar el proceso constituyente?
- Un proceso constituyente, no se cierra nunca; las constituciones más estables del mundo, van teniendo modificaciones a través del tiempo, porque las circunstancias cambian; los países van cambiando, la civilización va avanzando, se plantean nuevos desafíos, nuevas problemáticas. Nadie está pensando en una constitución escrita en piedra para siempre; pero es un buen texto en general, que nos va a brindar una buena base para recuperar la estabilidad que Chile tanto necesita, para volver a atraer inversión, para generar empleo y para abocarnos a las urgencias que realmente apremian a la ciudadanía, sobre todo en materia de seguridad, empleo, de pensiones, salud, educación, etc. Entonces, hay que cerrar este proceso, lo podemos cerrar de buena manera en diciembre, con un texto que en general es bueno, podremos perfeccionarlo en el futuro y dedicarnos a lo que la ciudadanía espera que hagamos los políticos, que es resolver sus problemas concretos.
- ¿Qué le parece que se identifique a su partido con la centroderecha y no con el centro?
- Esa es una caricatura que trata de imponer la izquierda, que todavía no nos perdona que hayamos estado por el rechazo al pésimo texto que habían propuesto el año anterior. Nosotros somos un partido de centro, que tiene personas que vienen desde la centro izquierda, otras que son propiamente de centro y también personas que tienen una sensibilidad más de centroderecha. Pero somos un partido amplio que busca interpretar la sensatez que la ciudadanía espera de los políticos y combinar las distintas fórmulas que den resultado en materia de políticas públicas. Nosotros queremos hacer reformas sociales, pero también queremos seguridad; queremos que haya más derechos para las personas, pero también queremos que crezca la economía. Ese es el sello de nuestro partido y la decisión de apoyar el texto la hemos tomado en conciencia, con convicción, porque estamos ciertos de que es lo mejor para Chile. No hemos tenido ningún otro cálculo en consideración.
- No obstante, el consejero republicano admitió que esta propuesta le acomoda más a la derecha y la centroderecha.
- Creo que está equivocado Luis Silva. Tal vez porque él es de ese sector y quiere sentir que el texto tiene su sello; pero –insisto–, la columna vertebral de texto fue fijada por el Congreso antes de que fuera elegido un Consejo Constitucional y las mismas mayorías que hubo en el consejo, les reconozco, tuvieron la flexibilidad para incorporar un conjunto de normas que eran muy importante y reivindicaciones históricas de la centro izquierda. Este no es un texto de derecha, es un texto que en algunos aspectos tiene un sello de las mayorías que hubo en el consejo, pero son cosas minoritarias, el texto es básicamente es un texto transversal.